El poder está cambiando de manos: Mi reseña breve de “El fin del poder” de Moisés Naím

Reconozco que compré este libro al leer la reseña de alguien importante: Bill Clinton afirma que “El fin del poder cambiará tu manera de leer las noticias, tu manera de pensar en política y tu manera de mirar al mundo”. Un pequeño empujón, sí señor!

El fin del poder implica el principio de un nuevo poder

Sabemos que el poder está cambiando de manos: De Oeste a Este y de Norte a Sur, de los palacios presidenciales a las plazas públicas. De los gigantes corporativos a las empresas incipientes y, de lento pero seguro, de los hombres a las mujeres. Pero el poder no sólo se desplaza y se dispersa. También se está pudriendo. Los que están en el poder hoy en día están más limitados en lo que pueden hacer con él y corren más riesgo que nunca de perderlo. Sin ir más lejos, este podría ser el caso de Donald Trump en EE.UU.

Moisés Naím


Escritor prolífico, la bibiografía de Moisés Naím es extensa, su última publicación es “Repensando el mundo”. Naím ha ocupado importantes cargos institucionales en Venezuela, desde ministro de Fomento del expresidente Carlos Andrés Pérez a Director del Banco Central de Venezuela y Director Ejecutivo del Banco Mundial. 

Moisés Naím dirige desde hace 8 años Efecto Naím, un programa de televisión semanal sobre asuntos internacionales que se transmite en decenas de países por la cadena de televisión colombiana NTN24. En 2011 recibió el Premio Ortega y Gasset, el galardón más importante del periodismo español.

Micropotencias

En “El fin del poder” (The End of Power, en versión original), el autor, que es además un premiado columnista venezolano y ex editor de Foreign Policy, pone luz sobre la lucha entre los que alguna vez fueron los grandes protagonistas y las nuevas micropotencias que los desafían en todos los campos del desarrollo humano.

Basándose en una investigación provocativa y original, Naím muestra cómo el impulso de las micropotencias de los antisistema puede derribar tiranos, desalojar monopolios y abrir nuevas y buenas oportunidades, pero también puede conducir al caos y a la parálisis.

Buenos ejemplos

Naím trata con habilidad los cambios drásticos en los negocios, la religión, la educación, dentro de las familias, y en todos los asuntos de guerra y paz. Los ejemplos abundan en todos los ámbitos de la vida: en 1977, ochenta y nueve países estaban gobernados por autócratas, mientras que hoy en día más de la mitad de la población mundial vive en democracias. 

Los directores ejecutivos son más limitados y tienen mandatos más cortos que sus predecesores. Las modernas herramientas de guerra, más baratas y accesibles, hacen posible que grupos como Hezbolá puedan permitirse sus propios aviones teledirigidos. En 2010, los diez primeros hedge funds ganaron más que los seis bancos más grandes del mundo juntos. 

Nada es duradero


Los que están en el poder lo retienen erigiendo barreras poderosas para mantener a raya a los desafíos. Hoy en día, las fuerzas insurgentes desmantelan esas barreras más rápida y fácilmente que nunca, sólo para descubrir que ellas mismas se vuelven vulnerables en el proceso. Accesible y cautivante, Naím ofrece una mirada revolucionaria sobre el inevitable fin del poder y cómo cambiará su mundo.

Mis conclusiones: Las tres revoluciones

El libro resume magistralmente la ideas de tres revoluciones que conviven hoy: 

1-La Revolución del Más,
2-La Revolución de la Movilidad,
3-La Revolución de la Mentalidad


A mi juicio la interacción de esta 3 revoluciones, sumado al efecto multiplicador y viral de las redes sociales, blogs y prensa digital, nos obliga a replantearnos la realidad y la solución de los problemas.  

Gran libro, con muchas enseñanzas

“El fin del poder” nos enseña que las manifestaciones más obvias del Poder son Fuerza, Código, Mensaje y Recompensa.  Un estadista, un líder, un buen vendedor que sepa combinar bien esas manifestaciones con sus niveles de poder reales podrá lograr sus objetivos sin dudarlo.
En pocos días te sorprenderé con unas conclusiones operativas hacia la sociedad Dominicana que se me ocurren tras cruzar las conclusiones de “El fin del poder” con “El pequeño empujón”, libro que traté en este mismo blog hace unos días.