Venta en planos solo con fideicomiso: un antes y un después en RD

Venta en planos con fideicomiso

En el negocio inmobiliario, hay momentos que marcan un antes y un después. No son muchos, pero cuando llegan, es importante saber reconocerlos, entenderlos y actuar en consecuencia.

La reciente Circular CSB-REG-202500005 emitida por la Superintendencia de Bancos es uno de esos momentos. Aunque está pensada para regular y proteger a los usuarios de servicios fiduciarios, tiene una implicación directa —y profunda— sobre el modelo de venta en planos que hemos venido utilizando en República Dominicana.

Más allá del lenguaje técnico y de los procedimientos, lo que esta disposición está diciendo entre líneas es lo siguiente: no tiene sentido seguir vendiendo en planos fuera del marco del fideicomiso. Los recursos del público deben estar protegidos, y eso solo se logra cuando hay una estructura legal y financiera que los respalde. Y eso, precisamente, es lo que permite un fideicomiso bien diseñado.

Una oportunidad para quienes entienden el negocio

Para algunos, esto podría sonar a traba, a complicación o a burocracia. Pero para un agente inmobiliario que toma en serio su ejercicio profesional, esto es una oportunidad para diferenciarse y aportar más valor.

Porque en este nuevo contexto, el comprador —más informado, más exigente y cada vez más desconfiado— necesita respuestas claras, respaldo y transparencia. Ya no basta con mostrar un plano bonito y hablar de fechas estimadas de entrega. Ahora toca explicar cómo está estructurado el proyecto, qué pasa con su dinero, y cuáles garantías tiene.

Y ahí es donde el rol del agente cambia. Ya no estamos simplemente interconectando oferta con demanda. Estamos facilitando decisiones que involucran riesgo, recursos y confianza. Ese es el espacio que debemos ocupar, si queremos permanecer vigentes y relevantes en este mercado.

Qué implica esto para tu trabajo diario como agente

Primero, entender que el fideicomiso no es solo una herramienta legal. Es una forma de generar tranquilidad. Y en un mercado como el nuestro, donde han existido experiencias negativas con proyectos que no se entregan o que se paralizan a mitad de camino, poder decirle al cliente que su dinero va a una cuenta separada, custodiada por una fiduciaria, hace toda la diferencia.

Segundo, te obliga a prepararte. A manejar conceptos que antes quizás no eran parte de tu día a día: acto constitutivo, hoja resumen, fiduciaria, beneficiarios, condiciones del fideicomiso, entre otros. No hace falta ser experto, pero sí saber explicarlo con naturalidad, en un lenguaje que el cliente entienda y valore.

Tercero, te posiciona distinto frente a desarrolladores serios. Porque los proyectos que realmente están pensando en el largo plazo, que quieren cumplir con sus compradores y proteger su reputación, van a buscar agentes que entiendan cómo se comunica esto. Que sumen. Que no compliquen el proceso, sino que lo eleven.

¿Y qué pasa con los proyectos informales?

Lo lógico es que tengan cada vez más dificultad para captar clientes. Sin fideicomiso, sin estructura, sin mecanismos de protección para el comprador, se les hará cuesta arriba competir. Y eso está bien. Porque en este negocio, cuando ganan los promotores serios, ganamos todos: los compradores, los agentes, y el propio mercado.

El sector inmobiliario no necesita más volumen de ofertas improvisadas. Necesita calidad, previsibilidad, y profesionalización. Y eso se empieza a construir desde ahora, entendiendo hacia dónde van las cosas.

¿Y ahora, qué harás con esta información?

Este contenido no es para entretener ni para llenar espacio. Si llegaste hasta aquí, es porque estás mirando el negocio con seriedad. Y eso, en un mercado como el nuestro, marca la diferencia.

Lo que viene no es menor. La forma en que se venden proyectos en planos en República Dominicana está cambiando. Y ese cambio va a favorecer a los agentes que entiendan el proceso, que se preparen, y que se alineen con promotores serios.

No te quedes atrás.

Este es el momento de asumir tu rol como asesor, de dar respuestas claras, y de trabajar con proyectos que suman valor.

La diferencia está en si decides avanzar con conocimiento y estructura, o seguir haciendo lo mismo esperando resultados distintos.

Recuerda:

En Bienes Raíces, el que se prepara… es el que cierra.

Otros episodios